"La llegada de refugiados palestinos a Chile y su consecuente llamado de la Vicaria de la Solidaridad a unirse a su programa de voluntarios en apoyo a sus familias, me produjo una inquietud, que con el tiempo fue acrecentando cuando me puse a pensar, si yo fuera uno de ellos ?. Que sentiría al ser transplantado a un país lejano, de costumbres ,idioma, clima y demás variables tan diferentes ?. Que importancia y valor le daría a una persona voluntariamente se acercara a mi y a mi familia a apoyarnos en este nuevo asentamiento ?. Estas preguntas fueron el detonante para enrolarme en las filas del voluntariado.
Esta claro que vivimos en una sociedad de vida compleja, que mas será para ellos?. Por ello decidí dedicar un poco de tiempo dedicado a esta labor. Me acerque a la Vicaria de la Solidaridad, y bajo sus indicaciones a una de las familias.
La incertidumbre inicial, se desvaneció al encontrarme con una gran y calida acogida tan característica de los hogares árabes. Abuelos, padres con sus hijos, todos radiantes de felicidades por una labor encomendada tan simple como es enseñar y practicar el idioma español. Sin duda para ellos era más que eso, era SOLIDARIDAD. En reciprocidad, he recibido de ellos grandes muestras de afecto, gratitud. Esta actividad me ha dado una indescriptible sensación de satisfacción, valorización personal y autoestima por tan solo regalar un poco de mi tiempo libre. Realmente vale la pena esta experiencia de vida y ojalá muchas personas la vivieran".
Oscar,
Voluntario
martes, 2 de septiembre de 2008
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