lunes, 30 de junio de 2008

Imágenes del acto de celebración del día mundial del Refugiado







lunes, 16 de junio de 2008

Paseo a la Quinta Normal

Gracias a todas y todos quienes hicieron posible esta nueva actividad junto a las familias, agradecimientos especiales a Ana María, Marcos, Tomás, María José, Johana, la Mera, a los amigos de la UNIACC y a los trabajadores del Museo de Historia Natural.....gracias porque con su compromiso y apoyo constante hacen posible que estas experiencias sean posibles...

Saludos y nos vemos pronto....
Angel
Integrantes de ECOPECHI (Ecuador, Colombia, Perú y Chile), comparten el hermoso día de sol junto a las familias de Reasentados Palestinos en el Parque Quinta Normal...





viernes, 13 de junio de 2008

El ingreso a la Escuela República de Paraguay

El día jueves 12 de junio las niñas y niños ingresaron a un Colegio en la comuna de Recoleta.

Las siguientes imágenes captan el momento de ingreso de las niñas y niños y la ceremonia de recibimiento por parte de la comunidad educativa...





viernes, 6 de junio de 2008

El sábado pasado fuimos al zoológico con las familias, pero ya desde antes de salir, cuando esperábamos a las personas que viven en Ñuñoa, ellos nos brindaron su cálido afecto y acogida. Yo en particular esperé adentro de la casa de Mona, con sus nietas Isra y Tabara y las mamás de las niñas. Esta vez nos acompañó una niña de la Colonia Palestina que habla árabe y español, así que con su ayuda pudimos, por fin, conversar, y me enteré de los detalles que no había podido entender la vez anterior: el aprentesco exacto entre ellos, las edades de los niños, etc. A su vez Isra me preguntó cuántos años tenía yo, y cuando nuestra improvisada intérprete le dijo la respuesta, no sabía si reírme o llorar, pues toda su cara y actitud corporal, sus ojos claros muy abiertos, todo su ser parecía gritar "¿TANTO?!".

En el Zoológico creo que todos, niños y adultos, la pasamos muy bien. Todos nos reíamos, los niños gritaban y corrían de un lado para otro. Recuerdo que se rieron porque uno de los animalitos, un roedor que nosotros teníamos en el zoológico como una curiosidad, era habitué del campamento de Al Tanaf. Todos los niños tenían ganas de ver al león, y esa fue una de las últimas paradas del recorrido.

Para terminar, una escena que me parece muy decidora: durante el camino de regreso, un chico (se me confunden los nombres aún) parecía enzarzado en una discusión infantil con el hijo de una voluntaria, que se había sumado al paseo y que desde luego no habla árabe. El niño palestino decía "¡ana!" (tú), y el niño chileno, mezclando los dos idiomas, contestaba "no, ¡ana!".

martes, 3 de junio de 2008

El sábado mi hijo Tomás me acompañó a la actividad que teníamos planificada. El tenía muchas ganas de conocer a los niños y sus familias y estaba un poco expectante ante el encuentro. Cuando llegamos me dio gusto ver como se comportó, muy sociable y como me decía que los niños eran simpáticos y afectuosos. La visita al zoológico fue maravillosa, creo que todos, adultos y niños disfrutamos de esa tarde.

De vuelta a sus casa me divertía ver a Tomás junto a un niño bromear y como a ratos parecían tener una tremenda conversación. Sin duda, el idioma de la amistad es mágico y universal.

Hoy día quiere volver a ver a sus amigos palestinos y veo como esta, aplicadamente, estudiando algunas palabras en árabe que lo ayuden.

Veo a Tomás y veo a todos los voluntarios, a nosotros, todos muy motivados, agradecidos de esta oportunidad, preocupados por nuestros amigos, si llueve, si hace frío, si faltará algo…esperando la próxima actividad.


Ana María Olivares
Voluntaria
Hoy puedo resumir en dos palabras como estuvo el paseo al zoológico, EXCELENTE y muy entretenido, pero más que mi experiencia en el paseo, quiero referirme sobre la calidez humana, la entrega y confianza en el otro. Eso lo tienen los refugiados, y todos, sin excepción.
Hoy en el siglo XXI, en un mundo tan globalizado, competitivo e individualista, conforta, llena y te hace sentir una persona con mucha suerte, el relacionarte con gente que lo entrega todo, que confía en ti sin conocerte y que te hace sentir bienvenido en su hogar.
Ellos con una historia tan fuerte, que fueron exiliados dos veces, la primera de su país Palestina y la segunda del país que los acogió Irak, donde después viven en condiciones infrahumanas durante dos años entre dos fronteras, luego viajan al otro lado del mundo a Chile, un país con muy distintas costumbres, religión, idioma y escritura, entre otras cosas, ellos en vez de sentirse asustados de todos estos cambios, temerosos del quien se les acerca, hacen todo lo contrario, abren las puertas de su hogar y corazón, nos muestran sus costumbres, comidas, nos invitan al rico “Cahue” con cardamomo que da un aroma y sabor especial, donde lo único que se sientes es dicha y ganas que no se acabe el día, para no volver al mundo cotidiano, frío, distante e individualista.
Hoy lo primero que se les enseña a los niños es no hablar con los extraños, pero cuando entro al pequeño mundo de los Refugiados palestinos, me doy cuenta que para ellos eso no existe, ya que todos los niños y adultos me saludan con una gran sonrisa, me abrazan y se alegran al verme, y solo es la tercera vez que nos juntamos y ya parece que tenemos lazos, pero lo mejor es que no solo parecen, es que ya los tenemos. Hoy eso es difícil de creer, ya que uno siempre se protege del extraño. Y este cambio, el vivir un rato en su cultura, te hace sentir feliz, dichoso, donde todo lo que uno hace vale la pena, porque verlos te alegra el día, la semana y lo único que quieres es volverlos a ver.

Joanna Lama
Simplemente decir que es para nosotros un honor tener la oportunidad de compartir esta experiencia, nos llena de alegria ver a nuestra hija feliz al encontrar nuevos amigos.

Ahla usahla, bienvenidos amigos, gracias por la acogida que nos han brindado a todos los voluntarios de la vicaría, cada vez que los visitamos nos sentimos en casa.

Familia Amar- Azócar (Mauricio , Raquel y Cristina)

lunes, 2 de junio de 2008




Voluntariado en apoyo a Refugiados Palestinos.
Por: Berna

Es medio de una búsqueda del camino hacia la acción social, y cuando los espacios de expresión y comunicación on line, son nuevos para mí, como lo es facebook, a través de esta vía fui invitada a formar parte del grupo “Refugiados en Chile”, que busca generar redes de apoyo para ellos.
Una causa noble si consideramos que quienes ingresan bajo esta calificación a este Chile lindo, lindo como un sol, lo hacen porque estando en sus países de origen, sus vidas corren peligro. Entendiendo esto, me uní al grupo, aunque aportar con algo más que sumarle adeptos, no era mi intención. Pero un día llegó una solicitud para hacerse voluntario en la causa e integrarse como miembro activo en el reasentamiento a refugiados, palestinos en este caso.
La verdad, no hay nada sanguíneo ni histórico que me una a la cultura musulmana, pero el interés por saber más de ella, por entender las razones que los hicieron arribar acá y mis ganas por crear un camino concreto hacia la acción social, hicieron que me reclutara como voluntaria. Lo agradezco, pues aunque sea difícil de creer, integrase como tal en fundaciones o corporaciones, no es simple, ya que no sólo hay que cumplir una serie de requisitos, sino que debe haber vacantes disponibles… Así es que me uní. Y ayer compartí la primera actividad masiva con ellos, en un paseo al Zoológico Metropolitano de Santiago…. Sin saber mucho con qué me encontraría, debo decir que esta ha sido una experiencia increíble. Llegué al lugar donde Ángel, el tutor de este grupo, me había citado. Se trataba de un condominio especialmente adquirido para nuestros nuevos visitantes…Familias completas salieron de su país y se vinieron a Chile, esperando ser acogidos… Lo cierto es que podría decir que son ellos los que nos acogieron…. Ávidos de aprender de nosotros, con un empeño incansable por hacerse entender y por demostrar su alegría de estar acá, nos abrieron las puertas de sus casas y nos incluyeron como un miembro más del grupo. Luego de disfrutar del auténtico sabor del café, preparado por Omar uno de los padres de familia de refugiados, iniciamos el viaje al zoo. Pura felicidad ahí. Los niños preguntando todo, los adultos sonriendo y nosotros los voluntarios disfrutando de una de las experiencias más enriquecedoras, sin hacer ningún esfuerzo mayor, màs que simplemente compartir con ellos… Yo creo que no se trata de que aquellos extranjeros que llegan a hacerse parte de nosotros, se adapten a las costumbres y las adopten, lo interesante es que los chilenos seamos capaces de acoger a un grupo de cultura tan diferente, lo acojamos, lo respetemos y aprendamos a entender que las diferencias no son más que parte de la historia del mundo y de la individualidad que nos hace ser únicos en la vida.
Es cierto, puede que entre nuestros mismos compatriotas, haya muchos que necesiten ayuda e innumerables causas internas en las que se podría ejercer voluntariado. No lo descarto. Sin embargo, agradezco la oportunidad de poder participar en este encuentro cultural, donde la felicidad de quienes se integran a nosotros es tan grande que es imposible no contagiarse… ¿Cómo no sonreír junto a Omar cuando cada cosa que ve la encuentra maravillosa?, cuando los niños juegan contentos, cuando la tranquilidad de sus corazones, se transforma en alegría y gratitud, y por ende en recompensa para nosotros… Un día después, sólo espero que podamos compartir pronto otra actividad juntos!!!.